Sisi y Andrassy viajan a Viena para convencer a Franz de la necesidad de un parlamento húngaro. De vuelta en los fríos confines del Hofburg, Sisi intenta despejarse la cabeza. Pero el cariño especial entre Sisi y Andrassy no pasa desapercibido para Franz. Franz vuelve a caer en viejos patrones y no sólo entra en conflicto con su madre, sino que también comienza a dudar de Sisi.